Circe

En Circe, el artista Eduardo Linares revisita el mito de la hechicera griega desde una perspectiva contemporánea, entrelazando el simbolismo clásico con el lenguaje visual del modernismo vienés. Inspirado por la obra Hope I de Gustav Klimt, el artista utiliza el pan de oro, los patrones ornamentales y la disposición jerárquica de las figuras para rendir homenaje a la estética del maestro austríaco, mientras introduce una narrativa personal y poderosa.

La figura de Circe se alza solemne, envuelta en un manto de círculos dorados y negros que evocan tanto el aura de lo sagrado como la maquinaria de su hechizo. Con la copa en alto, encarna el momento exacto del encantamiento. Bajo ella, tres figuras masculinas desnudas, coronadas por guirnaldas de hiedra, representan a sus amantes y víctimas, dominados y transformados. La inclusión de un tigre refuerza la tensión entre lo salvaje y lo sometido.